
@madridmuychic
Si se oye hablar de algún sitio en la capital, al margen de las novedades más espectaculares como las de Bibo Madrid, o Amazónico, ese sitio es Angelita: más que un bar o un restaurante, ofrece una experiencia enológica completa que cada día suma más adeptos.
Su éxito no es por casualidad, ya que es el nuevo proyecto de los hermanos Villalón, del restaurante El Padre. Con Angelita se definen como “bar de vinos” y “bar americano”, lo cual da pistas del protagonismo etílico de un local que no para de cosechar éxitos desde que abriera hace apenas seis meses.
La primera planta, dedicada exclusivamente al vino, con mucha madera y grandes ventanales, crea un ambiente acogedor donde se pueden degustar sobre todo, vinos de pequeños productores, con una amplia selección de Borgoñas.

Con más de 25 referencias por copas y más de 500 por botella, cervezas artesanales, carro de quesos y mermeladas y cócteles vínicos artesanos y embotellados; dista mucho de la oferta de restauración de la zona, y está convirtiendo el local en un lugar de culto.
La cocina de esta planta baja, la podríamos definir como de mercado, con raices tradicionales, y con el valor añadido de estar pensada para a compañar a la carta de vinos (y no al revés como suele ocurrir).



La parte oculta o menos visible de Angelita se encuentra tras una puerta de chapa que abre a las 17.00, y deja paso al sótano: un salón, que hace las veces de coctelería semiclandestina, donde encontrarse con un ambiente más distendido e íntimo, donde las horas pasan volando, entre combinados y una propuesta gastronómica más atrevida, de cocina internacional y de fusión.


C/ De la Reina 4
(Fotos del restaurante)