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Tras años en Marbella, Carlos Oyarbide vuelve a Madrid para deleite de los paladares más exigentes que gustan de una cocina tradicional pero actualizada.
Carlos Oyarbide no para, y se mueve con los tiempos. Ahora regresa a Madrid, después de nueve años en Marbella, pero no vuelve a la Moraleja o a El Plantío, donde antaño tuvo restaurantes. En esta ocasión el cocinero navarro elige el barrio de Salamanca para hacer algo parecido a lo que tenía en la Moraleja, pero más actual, y también más económico.
En esta ocasión ellos lo definen como “un restaurante y un bar”. El restaurante tiene un ambiente íntimo gracias a una sofisticada elegancia en la que es muy fácil sentirse cómodo: manteles de hilo, vajillas y cristalerías refinadas… Todo lo que uno necesita para encontrarse a gusto en un local que ha sabido generar el entorno necesario para darle valor a la categoría de sus elaboraciones culinarias, siempre cuidadosas con el producto.
Lo importante es ir, ya que su cocina no va a pasar desapercibida. Quizá porque le viene de familia, y son una auténtica saga dedicada a la alta gastronomía desde que su abuelo José iniciara su andadura en Alsasua creando tradición.
La cocina navarra destaca por emplear un buen producto de mercado, y el cocinero volverá a deleitarnos con sus “grandes hits” que ya nos supieron conquistar en anteriores restaurantes, como la Merluza con pil pil de pimientos de cristal, el Bacalao al ajoarriero, las delicadas Croquetas semifluidas de leche de oveja latxa con brotes de espinacas y filigranas de queso Idiazábal o la euscalduna pantxineta a los postres. Aunque la opción de dejarse aconsejar por la especialidad del día no es nada desdeñable.
Su parte de bar, a la entrada del local, es algo más informal, pero asimismo cuenta con todo lo esperable en un restaurante navarro de altura: verduras de la huerta, carnes y pescados… Todo en platos algo más desenfadados y asequibles, pero sin mermar en calidad.
El bar es perfecto para un afterwork con picoteo espectacular. ¿Os animáis con el perrito caliente de cordero? ¿Y qué me decís del pulpo a la parrilla con trompetas negras y cacahuetes?
Y entre el bar y el salón, hay un precioso reservado con una biblioteca gastronómica en la que se pueden ojear ejemplares del propio chef o de otros como Arzak.
Villanueva, 21
Madrid
Tfn. 91 577 69 26
(Fotos Carlos Oyarbide)
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