
@madridmuychic
Con El Perro y la Galleta, segundo local abierto después de Bar Galleta, Carlos Moreno Fontaneda vuelve a sorprendernos, esta vez centrándose en su amor por los canes, recreando un escenario victoriano del siglo XIX en pleno barrio de Salamanca, en el que el mejor amigo del hombre es el gran protagonista.
El restaurante se divide varias estancias diferenciadas: el salón principal, con una larga barra de mármol combinada con madera y un comedor antiguo en el que destacan las puertas de cuarterones y vidrio soplado, además de dos librerías sacadas de una farmacia centenaria, y repletas de vajillas y de detalles de perros de cerámica, además de latas de galleta antiguas.
Unos grandes ventanales destacan la luz natural que ilumina durante todo el día el salón principal, dando una sensación de amplitud y bienestar.
Diferentes ambientes, todos muy «casual & chic», pero a la vez muy elegantes
Este perrito tan simpático se llama Claudio
Pero como no sólo de galletas vive el perro, ni mucho menos el hombre, resulta que se come muy bien, y a cualquier hora del día, sea para un desayuno, para un refrigerio a destiempo o para una señora cena.
Entre el 20 de julio y el 2 de agosto la Bodega Otazu eligió precisamente este local, junto a El Velázquez 17 y Beker 6, para dar a conocer una producción limitada en formato Magnum, permitiéndonos a los afortunados disfrutar del mejor vino blanco D.O. Navarra a un precio muy asequible. La promoción resultó un éxito en estos tres locales, como no podía ser de otra manera.
Otazu, vino D.O. Navarra. Estupendo para una cena muy especial
Entre los platos maridados por Otazu se encontraban platos tan originales las croquetas de pato, chipirón y bacalao, la ensaladilla rusa con carpaccio de gambón, y unos tacos mexicanos de bacalao rebozado con guacamole. Otros platos también ricos y muy “de tendencia” fueron el tataky de pez mantequilla y el tartar de atún roto.
Vajilla de loza danesa antigua que aporta elegancia clásica a una carta de lo más variada. Ver carta aquí.
Tacos de bacalao en El perro y la galleta
Y como colofón final, la galleta Fontaneda a la que hace tributo el local dentro de un postre rico y tan casero como que se llama la “tarta de mamá”, en este caso del propietario, quien la ha rescatado de la infancia y parece que le ha traído suerte.
Varios de los platos de la carta llevan galleta. No os perdáis la «Tarta de mamá»!
Claudio Coello 1
(Agradecimientos a @dondekomo Fotos suyas, de El Perro y la galleta y de Bodega Otazu)
¿Quieres que visitemos tu local y darte a conocer? Contacta con info@madridmuychic.com