Patricia Peyró @madridmuychic
Tengo que reconocer que, desde que el verano pasado me hice el rizado y tinte de pestañas , decidí que el embellecimiento de pestañas era un básico imprescindible en mi vida, y directamente me enganché. Desde entonces he pasado por varios sitios, comenzando por Marbella, y continuando en peregrinación por varios centros de Madrid a mi vuelta de vacaciones.
He probado las de visón, las de seda, y las que mezclan seda con material sinténtico. Reconozco que, si bien en un principio me convencieron los argumentos de usar las pestañas de visón por ser de pelo natural, pesar menos y supuestamente quedar mejor en el ojo, la verdad es que hoy me he puesto las otras y resulta que me las veo mejor, porque tienen mayor curvatura que las naturales.
Así me lo ha explicado la esteticién de Twenty Nails en su centro de Menéndez Pelayo, que es al que he ido. Es un sitio que lleva un montón de años y que estaba especializado en «nail care», pero que ha incorporado desde hace un par de años lo de las pestañas, al hilo del boom que están causando. En realidad «me he dejado hacer» totalmente porque ya había oído hablar muy bien de las Noveau Lashes, que es una marca inglesa buena que tiene, además de pestañas, productos para el cuidado posterior (para mantenerlas separadas, para limpiarlas, etc).
El procedimiento inicial para ponerlas es muy laborioso y se tarda unas dos horas en llenar los dos ojos de pestañas para que quede una mirada oscura. La idea es pegar una pestaña-extensión a tu propia pestaña, e ir de una en una. Ésto es importante porque hay muchos sitos donde te hacen auténticas chapuzas pegándote varias pestañas juntas con pegamentos muy agresivos, y resulta que cuando se cae una, se lleva las otras (¡y te quedas sin pestañas!) Si te las ponen bien, es bueno saber que no dañan tu pestaña natural. Y te permiten una vida normal (aunque yo reconozco que me las cuido muchísimo y procuro no echarlas agua directamente ni tampoco me maquillo los ojos).
Las extensiones se van cayendo y su duración es la del ciclo de vida natural de tu propia pestaña, de varias semanas. Por ello es verdad que requieren un mantenimiento porque se van cayendo. En cada centro cobran un precio por la «reposición», y aquí me ha gustado que varía en función de si vas a las dos semanas, a las tres o a las cuatro. Es lógico que el precio sea distinto, porque el número de pestañas tampoco será el mismo.
En cualquier caso lo mejor es ir y que te asesoren personalmente ya que las opciones son múltiples, y tienen tratamientos expréss o «Let´s go» en forma de tira para usos puntuales, o te las pueden poner en grupitos para un efecto extra que llaman «Russian Layering»… Las que yo me he puesto cuestan entorno a los 100 euros, y volveré calculo que dentro de tres o cuatro semanas, y ya me costará sólo 50 euros.
¿Dónde poner las Noveau Lashes?
Twentynails Retiro (Avda. Menéndez Pelayo, 53)
My Little Momó (Villanueva, 21)
Handmade Beauty (Lagasca, 56)
¿Quieres que enseñarnos tu local o producto y darte a conocer? Contacta con info@madridmuychic.com
(Fotos propias y de Noveau Lashes)
