Sagrario García Navajas, directora de Láserpuntura para Madrid Muy Chic

Contar calorías y tener en cuenta nuestra actividad metabólica está bien, pero además hay que aprender a manejar el temido «control de impulsos» que nos impide adelgazar y siempre está ahí dispuesto a boicotear nuestra dieta en un momento de bajón.  Conseguirlo es posible con las terapias que inciden directamente en nuestra ansiedad.

¿Quién no ha oído hablar de los clásicos y típicos trucos para controlar el apetito, incluso para adelgazar especialmente cuando el verano y el buen tiempo se echan irremediablemente encima? Ahí están: evitar el picoteo entre horas, desayunar fuerte, masticar despacio sin comer a la carrera, aumentar el consumo de fibra, mantener la hidratación, dormir lo suficiente… incluso el manido “no hacer la compra con hambre”. ¿Funcionan? Sí y no.

No porque en el fondo son exactamente eso, trucos. Sí porque aplicados con disciplina pueden ayudar, pero ayudar no es resolver. Es precisamente por eso que no pocos profesionales venimos trabajando con resultados, junto con las terapias antiestrés y antiansiedad, en las terapias de control del apetito. Y es por eso que está aumentando su demanda entre nuestros pacientes. Porque funcionan, y porque responden a un reto que en absoluto es difícil de encarar y salvar.

Controlar los impulsos de comer no resulta sencillo. Ojalá fuese todo cuestión de fuerza de voluntad y disciplina para conseguirlo. Exactamente por eso es de vital importancia la asistencia profesional a quienes tienen problemas con el sobrepeso o la mala alimentación. Desde luego, para que puedan adquirir una forma de vida saludable; pero, por añadidura, la mejora de salud suele coincidir -por qué no decirlo- con el aumento de la belleza.

Sin duda es uno de esos objetivos que se repiten cada x tiempo: bajar 5 kilos, conservar la forma, no caer en el extremo de la obesidad… hay tantas necesidades concretas como pacientes. Pero lo que resulta de especial relevancia para quienes usamos de forma resolutiva y adecuada las técnicas de acupuntura combinadas con el láser es descubrir, persona a persona, que se alcanza el éxito. Y que se mantiene, evitando la recaída o los pasos atrás.

Estamos en las semanas cruciales de la denominada ‘operación bikini’. Ya se sabe lo que tradicionalmente lleva consigo: hacer ejercicios en casa, cambiar ciertas rutinas sedentarias, la matrícula de última hora en el gimnasio, un poco de entrenamiento… todo por lucir cuerpo… sudar y quemar calorías. Esto, por no hablar de las dietas también sobrevenidas ‘para sentirte bien en la playa’.

Todo tiene su lógica, porque bien sabemos quienes nos dedicamos al sector de la salud y la belleza que, con frecuencia, es un binomio indisoluble; y que una cosa empuja positivamente a la otra. Pero en ocasiones no sólo algo de deporte y alguna variable en la alimentación consiguen todo. Es verdad que la ‘operación bikini’ tiene mucho de moda, que va asociada a una sociedad de la imagen, incluso lleva aparejada un toque de frivolidad. Pero no es mal momento para pensar un poco en nuestra salud, en equilibrar nuestro peso, en ajustarlo incluso después del verano. ¿Lo tenemos claro? Es una cuestión de actitud… y de compromiso.