PASEO DE LA CASTELLANA 74
28006 MADRID
915 62 09 63
http://www.punkbach.com
Ilustrada y canalla: así se autodefinen en la brasserie Punk Bach, el último local abierto en Madrid con todas las posibilidades para arrasar con su fórmula de restaurante y cocktelería y con el que pretende satifacer a todos los públicos. Ya sea para comer bien con una carta española muy de producto y con buena materia prima, ya sea para relajarte con una buena copa y tal vez con una nano tapa o cocina en miniatura de la mano del vasco Iñaki Rodaballo para degustar en la propia barra, el Punk Bach te ofrece cualquier posibilidad, y en un ambiente cálido y con solera.

(Foto fuente: Punk Bach)

Podría ser, por su estilo clásico de brasserie del siglo XIX.
Ojalá consiga la misma ambientación que allí!
(Foto fuente: Punk Bach)
La extraordinaria ubicación del local en pleno Paseo de la Castellana, y donde antes estaba Castellana DF, es un regalo para los ejecutivos chic de la zona, que sin duda encontrarán allí su meca del afterwork o al menos un buen templo donde tener una agradable comida de negocios con una amplia carta en la que degustar tanto platos de cuchara como pastas, ensaladas, o algún buen pescado, y terminar con algo tan clásico pero atípico a la vez como las peras al vino.
En la línea de cuidar hasta el último detalle, la vestimenta del personal corre a cargo de Lander Urquijo, de la sastrería «The apartment» de la Calle Serrano -sin duda «el lugar» donde hacerse uno un traje a medida- , y los detalles de bisutería que lucen con look punk son de Aristocrazy, la gama de bisutería de Suárez, la guinda de Emiliano Suárez, involucrado también en este proyecto hostelero.
Sin duda encontramos en Punk Bach un local de contrastes en el que coexisten lo moderno y lo clásico, lo raro y lo funcional, en un todo complejo y muy actual. Y todo siempre desde una energía positiva, ¿herencia quizá de la energía «yin» y «yan» que fluyó en el House of Ming, antes ahí ubicado?
Muy canalla! el sábado desde luego consiguió sacar nuestro yo más Punk y eso que somos «niñas de bien» jejeje
Ángeles, está claro que el público del Punk Bach es todo «gente de bien»… 🙂