By Pollito Muy Chic
Cuando Martina se vino a España sabía una cosa: que cocinar era lo que sabía hacer.
Buscando trabajo, le sorprendía por qué le preguntaban si era cocinera «de tapas», «de menús», o de alguna «clase»…. «Pero, ¿un cocinero no es un cocinero?»- se preguntaba.
De ese no entrar en ninguna categoría y de su sueño de montar un local en el que estar «como en el salón de tu casa» surge, como un oasis en la Plaza de Cascorro, «Martina cocina»: un lugar donde tomar un café, comer una ensalada, disfrutar una limonada o un zumo natural con un trozo de «torta» o comer al medio día.
La apuesta por este barrio ha demostrado ser muy acertada: «No estamos ni en Lavapiés ni en Latina»… «Las guías no saben muy bien dónde ubicarnos»… «No es el clásico itinerario turístico ni estamos en una zona de oficinas, por lo que no sabíamos si funcionaría»- me cuenta Martina mientras toma un cortado, y casi me parece que he quedado con una amiga a tomar café… Pero su reto, al igual que montar un negocio en tiempo de crisis, parece que ha cuajado.
«Conocíamos a mucha gente como nosotros en el barrio y pensamos que les gustaría un local en el que puedes echar un buen rato tranquilamente tomando algo y no te preguntan todo el rato si quieres algo más». «Menos los domingos por la mañana, claro: ¡es una locura!»
Miro a mi alrededor, veo justo éso y sonrío porque este es mi segundo barrio y me alegro por mí misma en primer lugar.
En Martina Cocina no hay especialidades, lo que es una cosa buena: -«Nos estamos aún adaptando a lo que quiere la clientela» – confiesa. Pero está claro que sus propuestas están siendo muy del gusto de los clientes. Es una cocina sencilla, con ingredientes de temporada y cuidadosamente seleccionados, que crea platos sabrosos de los que nos hacen volver. Y es, que es difícil resistirse a esas ensaladas y a sus quiches, y ¡no digamos a su repostería casera! No es de extrañar que también tengan muchos encargos para llevar!
En el local destaca su decoración: «Estamos en el lugar perfecto para buscar muebles»- afirma, mientras comenta en qué tienda del barrio han encontrado cada cosa y yo pienso qué bien elegido está todo y que no hay rincón que no resulte una foto armoniosa o donde no te apetezca sentarte o pararte a mirar.
Martina guarda una «perlita» en el sótano. Una «cueva» habilitada como sala polivalente, donde celebrar una presentación pequeña, hacer talleres, organizar un mercadillo…»Estamos dando vueltas a este espacio, tenemos muchas ideas y cosas que nos apetece hacer, pero dependerá también de lo que nos vayan pidiendo» ¡A mí también se me ocurren cosas, Martina!! ¿qué tal un cumple para peques no tan peques con la Wii y el Just Dance, tus pizzas y tus postres?? Ay, no puedo olvidar mi lado «Pollito» !!!!
Secreto…pronto será una de las terrazas de Madrid a tener en cuenta!
Enhorabuena Martina por tu visión de este barrio y por hacerlo un poquito mejor! Ya sabéis, ahora te puedes dar una vuelta por el Rastro ¡sin esperar al domingo!!
info@martinacocina.es
Ya era hora, porque por esa zona hay mucho cutrerío…
Que sitio más bonito pordiós! Mañana mismo voy, no lo conocia. gracias