Velázquez 150
28002 Madrid
Tfno. 91 564 40 44
http://www.thehall.es
Texto by @monicamuychic
Situado en lo que fue el antiguo “Nodo”, muy conocido por estar capitaneado por el mediático Chicote, se trata de un restaurante “sin etiquetas”. En su web se definen con palabras como lobby, cocktails, brunch, lunch, afterwork, love….Aquí vale todo!! Impresionante puerta verde con el logo para entrar al restaurante. Da la sensación de ser muy confortable al entrar, con las mesas en diferentes alturas y sillas distintas, y otras zonas con butacas y sillones tapizados en telas oscuras y cálidas que recuerdan a lo que ahora algunos interioristas califican como “colores masculinos”, de lo más chic. La idea es emular el lobby de un hotel con sus distintos ambientes, y está realmente logrado! El responsable del proyecto es también un visionario y auténtico trendsetter en gastronomía: Benjamín Calles. Nos encanta su cocina, su decoración, su concepto… ¡ y su ambientazo! Mención especial merece su variada decoración, difícil de encuadrar en ningún estilo: se trata de un gran espacio abierto, con diferentes ambientes separados sobre todo por las magníficas chimeneas que aportan una acogedora calidez. Como contrapartida y gran sorpresa del local, el fondo se ha decorado con un espacio en tonos rosa intenso. Idea del interiorista catalán Alfons Tost, llaman a esta zona “Suite Rosé” con todo el acierto, por sus mesitas redondas tan parisinas acompañadas de sillones, butacas y cojines de lo más “pink”. Decorado así en homenaje a las antiguas discotecas de Madrid, según he podido leer en alguna entrevista a Calles. El lugar ideal para quedar con amigas a picar en plan «finger food»! ¡Por fin encuentro una carta en la que hay platos diferentes a los que están tan de moda últimamente! -léase pulpo a la brasa, la pluma ibérica, el tataki de atún…- En “THE HALL” parecen huir de esos platos y ofrecen cosas como coquelet a la broche con salsa de vermouth, risotto de rabo, lingote de salmón marinado, lasagna de anchoas y piquillos….¡platos distintos!, ¿no os parece?
Croquetas tigre, presentadas en una interpretación de copa de Martini, con un delicioso sabor unificando el clásico relleno de tigre pero con forma de croqueta y sin la molesta concha del mejillón. Su primer “Sunday Roast Beef” fue el mío, ya que era el realmente el primer domingo que ofrecían roast beef, tan difícil encontrar ! Muy bien fileteado y con la carne salseada con su propio jugo acompañada del clásico Yorkshire pudding:¡plato merecedor de presentarse a la mismísima Reina de Inglaterra! Canelón de perdiz estofada como plato original, sabroso y recomendable. Carta de postres breve y acertada. Te terminan de hacer las crêpes en la mesa: no demasiado dulces y con un toque de naranja genial.
Carta de vinos extensa, con referencias de todo tipo y bolsillos. Tomamos un Ribera realmente curioso, tanto por su etiqueta como por su sabor: “Ars Romantica”, crianza 2011. 14 meses en barrica de roble que se hacía notar. Buenísimo! Tanto como la frase de su etiqueta! Personal de sala atento y profesional… Relación calidad-precio-buen rollo-decoración de diez!… The Hall: ¡Oiremos hablar de ellos!
Leer nuestra crónica en TheLuxonomist.com
Da gusto leer una descripción tan apasionada, parece que estamos allí. Seguir así.
Muchas gracias! Efectivamente, el secreto está en la pasión
Es cierto yo creo que con esa descripción tiene que ser una visita obligada
Ana: puedes llamarla «obligada» o «mandatoria», como prefieras 😉